lunes, abril 30, 2007

Estudio Versus Teatro de la Compañía Teatro Océano estrena en Cuba espectáculo infantil como homenaje al grupo colombiano Teatro Quimera

Estudio Versus Teatro ha estrenado en la Habana, Cuba la obra El Conuco de Tío Conejo el 20 de abril en su sede del Ministerio de la Construcción en la ciudad de la Habana. Estreno que dio comienzo a una larga temporada que incluye presentaciones en salas de reconocido prestigio como la Adolfo Llaurado, el Guiñol Nacional y Teatro La Villa, al tiempo que recorre los barrios, parques y otros espacios abiertos de la ciudad y su periferia llevando el teatro a las comunidades.
Estudio Versus Teatro se fundó en el 2005 y tras pasar un año de riguroso entrenamiento y formación actoral en que no se produjeron espectáculos, comenzó el proceso de investigación que dio como resultado el controvertido espectáculo basado en Hamlet de William Shakespeare, Confesiones a Horacio, estrenado en noviembre de 2006 y que se acerca a su tercera temporada de funciones. En enero de 2007 comienza su segundo espectáculo: la comedia dirigida al público infantil El conuco de Tío Conejo, estrenada recientemente donde participan los mismos actores del proyecto anterior. Estudio Versus Teatro se prepara para enfrentar una trilogía de obras escritas por autores cubanos contemporáneos y que han decidido unir en el concepto y nombre de PRESENCIAS.

Orígenes y Homenajes. (Osdaldo Rondón)

El Conuco de Tío Conejo, basado en el cuento homónimo de Arturo Uslar Pietri con dramaturgia de Fernando Ospina, es una creación colectiva del grupo colombiano Teatro Quimera, colectivo teatral al que queremos homenajear por sus 20 años de lucha y vida sobre las tablas.

La obra en cuestión nos ha sobrecogido muy especialmente por tratarse de un texto atípico dentro de lo que reconocemos como teatro para niños. Ella se aleja de los trillados caminos de las moralejas y los didactismos haciéndonos partícipes de una fábula realista, de profundo contenido social. Al tradicional tratamiento del BIEN y el MAL, la obra responde mediante un cuestionamiento de la IMPUNIDAD. Nuestro espectáculo como medio vital de apropiación propone al público cubano un divertido juego teatral en que se asumen lo clownezco y lo vernáculo acompañados de la rica sonoridad de nuestros ritmos musicales en un contexto genuinamente popular. Una hora de plena relación con el público hacen de la propuesta un espacio de participación colectiva. Por nuestra escena desfilan personajes típicos de nuestra ciudad, con sus diversos acentos, oficios y costumbres propias de la zona del país de donde han emigrado a la gran ciudad, enredados todos en la difícil tarea de sobrevivir en la selva de cemento. Personajes todos de fabula que son interpretados a la manera de los Bufos cubanos acentuando su carácter de arquetipos. Ritmos cubanos amenizan las situaciones de gran hilaridad: el punto campesino, el son, el guaguanco entre otros nos conducen hacia un final totalmente inesperado.

El Público.

El espectáculo esta dirigido a niños y niñas de todas las edades, desde infantes hasta ancianos, rico en niveles de lectura, divierte y hace reflexionar a unos y a otros.

Espacios de Representación.

Cualquier Sala o espacio abierto. Todo el sonido es en vivo, amplificable solo en dependencia del lugar y la cantidad de espectadores.

La obra cuenta la historia y las peripecias de un carismático conejo que parte a la ciudad con el objetivo de vender su Conuco al mejor postor.


Elenco Artístico:

Tío Conejo: Betsy Rodríguez Padrón.
Tío Loro y Tío Zorro: Bárbara Perdomo Real.
Tía Gallina y Tío Tigre: Mailin Gómez.
Tío Perro: Osdaldo Rondón Pereira.
Música: Betsy Rodríguez Padrón.
Dirección Artística: Osdaldo Rondón Pereira.
Dirección General: Luis Emilio Martínez.













Notas sobre El conuco de tío conejo. De la fábula al Vernáculo. Por Osdaldo Rondón.

El Conuco de Tío Conejo es una fábula inspirada por el cuento homónimo de Uslar Pietri, que el colectivo colombiano Teatro Quimera ha creado con dramaturgia de Fernando Ospina. Todos sus personajes son animales que representan tipos sociales muy definidos. Nuestra propuesta asume este nivel de lectura muy propia del Teatro dirigido al público infantil, pero nos ha sido imposible no dejarnos seducir, como es costumbre en nuestro trabajo, del contexto particular que nos rodea, de nuestra historia y de la historia de nuestro teatro. Es aquí que iniciamos el viaje hacia lo Vernáculo, género dramático que nos es muy caro y que tuvo siempre sobre nuestras tablas fieles exponentes.

Los más renombrados, quizá, son los Bufos cubanos, de los que recordamos los famosos personajes del Negrito, el Gallego y la Mulata, pero hay muchos otros ejemplos en los que se mezclan como factores decisivos, la música tradicional, la comedia, la sátira, lo caricaturesco de las caracterizaciones y lo absurdo de las situaciones en nuestra vida cotidiana. Así el público podrá disfrutar de seres atractivos y simpáticos como Tía Gallina, comadre dueña de un restaurante, Tío Loro maestro arcaico de escuela que además de hacerse el ciego se hace el sordo, Tío Zorro ladronzuelo de oficio abogado, Tío Perro policía enérgico y sobre todo muy eficiente, Tío tigre nuestro clásico ricachón de pueblo y Tío Conejo, el mas abundante de todos estos seres, cuentero por naturaleza, pícaro criollo de desmedido alarde que en toda situación pasa por valiente y listo. Todos ellos impregnados de los ricos acentos que caracterizan sus oficios y estratos sociales, e incluso zonas de procedencia.

Lo Vernáculo ha centrado nuestro tema y conflicto en la problemática de la vivienda, todos necesitan un Conuco para ser felices y caen todos victimas de sus intereses en las redes del conejo que busca el mejor postor para vender su ranchito.

También como en el Vernáculo el personaje protagónico nunca resulta castigado, se salva de todas sus travesuras como el negrito bufo y así pareciera que revive siempre para seguir animándonos con su extraordinaria viveza y alegría. Pero es en las relaciones donde más se acerca el espectáculo a la herencia del Teatro Vernáculo en Cuba: la relación crítica de los actores frente a su personaje, las relaciones entre los personajes basadas en el seguimiento de la situación a través de un lenguaje espontáneo donde la improvisación juega un papel preponderante, la relación directa con el público sea infantil o adulto haciéndolos cómplices y jueces de la trama, la famosa morcilla o bocadillo inventado fuera del texto que reenergetiza, sorprende y contextualiza las circunstancias de la representación, estos entre otros recursos como los vestuarios y la escénografia que responde al concepto de los ambientes creados por simples telones, la relación espacial de proscenio como lugar privilegiado de la representación, son las huellas sobre las que camina nuestro trabajo y también nuestra ofrenda, que desde nuestra visión particular, rinde homenaje al género posiblemente mas gustado por los cubanos.












Los caminos del Clown y la Comedia del Arte.

Han sido referentes obligatorios en nuestro entrenamiento y proyección escénica la técnica clown y la Comedia del Arte. Estas técnicas forman parte de nuestros intereses de estilización. En el Conuco de Tío Conejo al igual que en Confesiones a Horacio estas herencias del teatro occidental se manifiestan claramente a través del uso extracotidiano del cuerpo, de la semántica de los gestos en escena, los aditamentos característicos de estas expresiones centenarias de nuestra cultura y por supuesto, el aire imprescindible de fiesta teatral que acompaña nuestras representaciones.

Puede reconocerse a Arlequín en nuestro Tío Conejo, este viejo pero nunca caduco arquetipo de la Comedia del Arte empasta muy bien con nuestro tipo criollo de pícaro. La mixtura es una de las facetas esenciales de las investigaciones del Estudio versus Teatro. En el Conuco de Tío Conejo, los actores portan unas narices propias de los animales que representan, ellas recuerdan al tiempo las narices clows y las medias mascaras de la Comedia.

Aquí nos detenemos a explorar el lenguaje no verbal que va desde la clownada hasta los códigos gestuales de los personajes detrás de las máscaras.
El ambiente de riesgo actoral que se establece en la relación entre los personajes y el público, marcado fundamentalmente por el ritmo de la improvisación nos recuerda el aire de carnaval propio de la comedia italiana y francesa.

Vea más sobre Osdaldo Rondón (Actor y Director de Teatro)

Todas las fotos han sido una cortesía del fotógrafo cubano Pepe Murrieta